Durante este periodo se dan cambios muy pronunciados y la variación entre los individuos puede ser enorme. En esta etapa se dan los mayores cambios en nuestro cuerpo, lo que puede ocasionar aveces descoordinación y torpeza. Sin embargo, es durante la pubertad y la adolescencia cuando se aprecia una mayor maduración de las hmb. Hay que tener en cuenta que a estas edades los ritmos de crecimiento y desarrollo son muy dispares, de modo que podemos encontrar grandes diferencias entre sujetos de una misma edad.
Existen diversos aspectos que facilitan el desarrollo del lanzamiento y recepción, uno de los más importantes es la capacidad de realizar movimientos segmentarios aislados y analíticos.
Lanzamiento:
- Brazos:
· Clara fase preparatoria.
· La mano parte desde detrás del hombro (cadena cinética completa).
- Tronco:
· Rotado hacia el lado del segmento que lanza (fase preparatoria).
· En el lanzamiento rota hacia delante arrastrado por las caderas.
- Piernas:
· La pierna del brazo lanzador se desplaza hacia atrás (fase preparatoria)
y se mueve hacia delante conjuntamente con el tronco y el brazo.
· La otra pierna estabiliza el lanzamiento.
Recepción:
- Cabeza:
· No hay reacción defensiva y los ojos siguen la trayectoria.
- Brazos:
· Codos flexionados
· Se adaptan a las variaciones de la trayectoria (tono ajustado,
· Participación clara de las manos (toman la forma del móvil con los pulgares
y meñiques enfrentados)
- Piernas:
· Amortiguan el impulso del móvil si es necesario.
A partir de los 14 años los chicos pueden comenzar a realizar lanzamientos y recepciones específicos de un deporte como por ejemplo el beisbol.
15 dic 2009
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